Integración más sencilla de todos los procesos en una única capa de servidores lo que facilita un funcionamiento mucho más simple y, de esta manera, una mejor capacidad de respuesta ante la incorporación de nuevas aplicaciones o necesidades informáticas.
Se resuelven los problemas de compatibilidad entre el almacenamiento, la gestión de los servidores y la ciberseguridad de los sistemas y redes vinculados a la organización al encontrarse todos ellos en la misma capa de funcionamiento.
La automatización de tareas es mucho más sencilla y ágil a partir de los sistemas y aplicaciones de hiperconvergencia. Según los expertos, esta nueva arquitectura TI se puede poner en marcha en horas y, una vez desplegada, ahorra procesos y simplifica la gestión de las tareas y procesos de las empresas.
Reducción de costes de mantenimiento en el terreno de la arquitectura de servidores, así como una mayor adaptabilidad a las necesidades de la empresa que, al remitirse a una misma capa de funcionamiento, permiten ajustarse a las necesidades puntuales de las organizaciones.