La ciberseguridad es un elemento crucial para el correcto funcionamiento de cualquier tipo de organización hoy en día. Sin ella, muchas podrían desparecer con un único ciberataque. Por ello invertir en ciberseguridad nunca será un gasto.
Si por necesidad, en un momento determinado, cualquier compañía tuviera que frenar cualquiera de sus inversiones relacionadas con la transformación digital podría hacerlo con todas y cada una de ellas, salvo una: todo lo relacionado con la ciberseguridad de la empresa.
Y es que, de la misma forma que se protege el exterior y el interior de una sede, la parte cibernética es, si cabe, cada vez más importante. A pesar de que cualquier empresa está expuesta a sufrir cualquier tipo de ataque, decidir no protegerse y reducir la inversión que se realiza en ciberseguridad hace a cualquier organización más vulnerable y, por tanto, con más posibilidades de sufrir un ciberataque que le suponga, incluso el cierre de su actividad.
FUENTE: Revista Byte.