l internet de las cosas (IoT) trae ventajas, pero también algún inconveniente, como la expansión de la superficie de ataque para los ciberdelincuentes y un incremento en paralelo de los riesgos.
Esto significa que habrá que invertir en seguridad. Juniper Research cree que el gasto por parte de proveedores de productos y servicios y también de clientes finales se incrementará cerca de un 300 % durante el periodo que va de 2018 a 2023.
Al final, dentro de cinco años, el gasto en soluciones de ciberseguridad IoT debería situarse en 6.000 millones de dólares a nivel mundial.
Juniper Research opina que a esto contribuirá no solamente el riesgo comercial sino también los estándares regulatorios. Si bien habrá diferencias entre unos segmentos y otros.
“La naturaleza interconectada del IoT significa que incluso dispositivos inocuos como el frigorífico conectado pueden convertirse en una amenaza”, advierte el investigador Steffen Sorrell. El caso es que “los vendedores ven ese riesgo como bajo”, señala Sorrell, “mientras que se ha hecho muy poco desde una perspectiva regulatoria para proteger a los consumidores”.
Aunque parece que en el hogar no se gastará mucho, en ciertos sectores como el de la energía la cosa cambia. Por ejemplo, se espera que el gasto en seguridad vinculado a energía inteligente llegue en 2023 a los 1.000 millones de dólares.